Cuando se espera el nacimiento de un hijo/a lo normal es que se diga "Me da igual el sexo, yo sólo quiero que esté sano " Y no hay mayor verdad, todo lo que una madre desea para su hijo o hija es que sea sano y feliz.
En muchas ocasiones todo se desarrolla perfectamente, pero otras veces el bebé nace con algún problema y entonces literalmente el mundo se te cae encima. Cuando te comunican la noticia pasas por muchas etapas (que mis amigas psicólogas tendrán claramente identificadas) y que seguramente serán parecidas para todo/as los que las hemos vivido:
1.-Primero piensas que esto no puede estar pasándole a tu bebé (negación, incredulidad)
2.-Luego tienes un miedo terrible a las consecuencias que ese problema puede tener en la vida y en la felicidad de la personita a la que más amas
3.-Tienes la tentación de buscar explicación a lo inexplicable y corres un gran peligro por ser madre y haberlo/a llevado en tu interior de culpabilizarte por ello, algo que nunca se debe hacer.
4.- Al final después de un largo proceso acabas asumiendo la realidad que te ha tocado vivir y aprendes a vivir con ello Y LO MÁS IMPORTANTE, EMPIEZAS A DISFRUTAR DE UN MARAVILLOSO BEBÉ, QUE SEA COMO SEA, ES PARTE DE TI, ÚNICO/A E IRREPETIBLE
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2 comentarios:
Como siempre, al 100% de acuerdo contigo...
Gracias, me alegro de que estés de acuerdo, es muy importante para mi
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