DE BAJÓN

Hoy estoy un poco triste, me gustaría empezar la semana con mejor ánimo pero no ha podido ser.

He estado pensando sobre todo lo que ha pasado este año con mi peque y me doy cuenta de que me ha cambiado, no se si para mejor o para peor, pero percibo que soy distinta. Me he vuelto más gallina para mis polluelos,en el sentido de que soy más protectora (ya lo era) pero ahora aún lo soy más. Las cosas que pienso que pueden hacerles daño sean o no conscientes de ello, me duelen mucho porque pienso que somos su padre y yo las personas que al menos de momento debemos velar por su seguridad y su bienestar. El hecho de que mi pequeña esté pasando por este problema, la impotencia de no poder alivirle en muchas ocasiones, el hecho de que tenga que pasar una y otra vez por pruebas que no le corresponden por su edad, me hace darme cuenta de lo vulnerables que somos los humanos y la cantidad de cosas que escapan a nuestro control y por eso soy más consciente y me indigna más que los "daños" o indiferencias que se puedan evitar no  se eviten. Ayer leí una frase en el libro con la que me sentí muy identificada (alguien al que le estás explicando cómo te sientes o lo mal que lo estás pasando y a los diez minutos o incluso antes deja de prestarte atención es una persona a la que no le interesa lo que cuentas) Así es precisamente como me siento yo con muchas personas, así que para no hacerme más daño digo que todo está bien y ya.

Lo malo de esto es que no me siento mejor, porque me callo muchas cosas que debería decir o que siento que debería decir su padre y no las dice, porque se que encima la que está quedando como lo que no soy, soy yo, porque él siempre tiene una sonrisa.  Y lo peor de esto es que me encuentro tremendamente sola en este camino porque la persona que debería recorrerlo a mi lado y evolucionar conmigo no lo hace o no lo quiere hacer ...

No sé cuánto tiempo podré aguantar esta situación porque me está destrozando por dentro, no se si aprenderé a vivir con ello o a relativizar más las cosas, no se si aprenderé a no sufrir como dice mi madre, porque siento que si lo hiciera dejaría de ser quien soy.

No me gusta hablar de cosas tristes ni exponerme de esta manera pero hoy tenía necesidad de hacerlo que para eso es mi blog y con esa intención lo cree, a quien no le guste que no lo lea. Espero que esta entrada me sirva para remontar con más fuerza, siento el bajón, mañana prometo una entrada más alegre, tengo que animarme porque el viernes nos vamos a Disney.