C. es una niña muy valiente de cinco años, morena, de grandes ojos verdes y una imaginación desbordante que camina por la vida de puntillas pero con paso firme, como las bailarinas y las princesas.
Es radiante, alegre y muy guapa, aunque ella a veces no se lo crea, y siempre lleva consigo sus lápices de colores y sus folios, no vaya a ser que alguna maravillosa idea le venga a la mente y no tenga a mano algo con que plasmarlo. A diario improvisa cientos de dibujos y proyectos que va dejando a su paso como un hermoso rastro de creatividad sin límites. Es alegre y tímida a la vez, y cuando tiene confianza te transmite su pasión por crear y su conversación te arranca irremediablemente una sonrisa.
Es amante del día porque la noche le obliga a descansar y dejar su actividad y eso no le gusta nada, además es en esos momentos cuando su imaginación desbordante llena de invisibles enemigos su cuarto que a veces dan miedo.
Por eso y para evitar, al menos en lo posible, alguna llamada nocturna yo me inventé un sistema que al menos a nosotras nos funciona.
Buscamos un oso grande y blanco al que poder abrazarse y por la noche y lo bautizamos “OSO VALIENTE” porque es el que le protege por la noche, junto a él nada le puede pasar, aunque esté solita en la habitación o se vaya a pasar la noche a casa de los abuelos...:)
Una vez que pudimos comprobar el éxito de este aliado nocturno, decidimos que un burrito fuera su “GUARDIAN DE LAS PESADILLAS” y también funcionó.
Y es que conocer a nuestros hijos y la imaginación, son a veces los mejores aliados para una mamá.