Nunca en mi vida he sido ordenada, entre mis virtudes no estaba esa ¿Qué le voy a hacer? La verdad, es que era hasta un poco desastre, lo reconozco. Por aquellos años, mi madre tenía un objetivo claro que era conseguir que lo fuera. De poco sirvieron las regañinas, los trucos psicológicos, las buenas y las malas caras, nada servía. Al final se rindió a la evidencia, su hija nunca sería ordenada, así que como madre inteligente que era decidió que llegáramos a un acuerdo. - Me da igual cómo estén las cosas mientras que no estén a la vista. es decir me permitía armarios y cajones desastrosos pero la habitación tenía que tener un aspecto general recogido. Acepté claro, no en vano aún me quedaban unos cuantos años de convivencia en mi casa.
Y todos esto ¿A qué viene os preguntaréis? Pues a que ahora me paso horas y horas recogiendo, pretendiendo que exista cierto orden en mi casa, cosa que no logro casi nunca porque en cuanto me doy la vuelta, un cuento, una muñeca o los cacharros de la cocina invaden el salón o el pasillo.
En fin, que ayer, el desastre fue tal (cuatro cajones enteros por el suelo de la habitación con mi reina encima con una sonrisa de oreja a oreja) , las pinturas de mi princesa desparramadas por todo el salón y millones de muñecos de nombre imposibles de recordar de mi príncipe en lugares impensables ... que caí y llamé a mi madre:
- Mamá,
- Dime cariño
- Esto es un desastre, no consigo terminar de ordenar cuando ya tengo todo revuelto
- Normal ¿no pretenderás que esté todo recogido con tres niños pequeños?
Horror !!!! ¿Cuándo me he vuelto ordenada????
Cada vez me parezco más a mi madre