Hace unas semanas os conté que mi peque había decidido de "motu propio" dejar los pañales con un convencimiento y decisión que para mí los quisiera.
Os tengo que confesar que ella estaba preparada pero yo la verdad es que no mucho y eso que muchas veces caemos en la tentación de pensar que somos nosotros los que tenemos que "enseñar" a nuestros hijos e hijas , cuando en muchas ocasiones nada hay más lejos de la realidad, son ellos/as los verdaderos maestros/as.
Decidí que si era su decisión, yo debía apoyarla y adaptarme a sus necesidades y a sus expectativas, así que me puse a ello y la verdad es que no ha sido tan complicado como yo esperaba. Si es cierto que en invierno y sin vacaciones o tiempo suficiente para dedicarlo en exclusiva es más complicado, pero nada es imposible si se tiene voluntad y buena disposición.
Tuve que organizarme
Por la mañana la peque va a la guardería así que su papi y yo fuimos a plantearles que la peque ya pedía pipi y caca y que le molestaba mucho el pañal. Su predisposición como siempre fue estupenda y aunque nos comentaron que allí no lo pedía (posiblemente le daba vergüenza porque es muy peque) ellos se ofrecían a acompañarnos en el proceso. Al principio no quería y entonces yo recordé que en casa le costaba un poco hasta que le compré el adaptador porque "le daba miedo colarse". Así que otro adaptador para la guarde y objetivo conseguido !!!! Enseguida nos comenzaron a decir en la guarde que hacía pipi cuando la llevaban y el resto del tiempo permanecía seca, una campeona.
A partir de mediodía yo estoy con ella, así que un pipi antes de dormir la siesta y por la tarde a la calle, cuando sigue durmiendo le dejo el pañal hasta que se despierta porque mi experiencia me dice que el pañal de la siesta y el nocturno hay que mantenerlo un poquillo más, hasta que permanezca seca varios días. Cuando se despierta un pipi (si quiere) y fuera pañal. Si estamos en la calle, un adaptador de plástico barato en una bolsa por si acaso (por "su miedo" y por higiene), y el kit de emergencia (ropa de cambio, incluidos zapatos y calcetines, toallitas y una toalla por si se moja el carro) y una sonrisa en la cara para los "accidentes"
Así que ya veis, para las/los que os veáis en esta situación, en invierno también se puede